Suiza y Tayikistán: dos decenios de aprendizaje permanente

Después de más de veinte años, culmina la colaboración entre Suiza y Tayikistán en el sector de la salud. Ya no es necesario viajar hasta el continente asiático para conocer los detalles de esta larga historia. En Suiza, dos médicos que trabajan en el marco de los programas de cooperación para la formación de personal médico nos cuentan sus experiencias. El trabajo en colaboración entre profesionales ha supuesto un impulso importante para generar cambios.

Se está formando al personal médico tayiko. Sobre la mesa hay maniquíes e instrumentos médicos.

Las actividades desarrolladas en el ámbito de la formación han desempeñado un papel fundamental. ©Danielle Powell, Swiss TPH

Este año, la División Europa Asia de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) está dedicada a hacer un inventario de sus actividades, pues en 2021 se cumplen treinta años de la colaboración entre Suiza y los países de la antigua Unión Soviética. Entre ellos se encuentra Tayikistán. La colaboración establecida entre Suiza y este país en el ámbito sanitario acaba de culminar.

Quedan múltiples desafíos que encarar, pero se han conquistado importantes objetivos, en gran medida, gracias a la cooperación internacional. Esta colaboración de larga duración ha contribuido efectivamente a la obtención de resultados importantes, tales como la introducción de la figura del médico de familia. En los últimos dos decenios, la COSUDE ha invertido unos 44 millones de francos suizos (CHF) en una docena de proyectos centrados en ámbitos específicos, entre ellos la formación médica. La COSUDE ha intervenido en varios frentes para ayudar al gobierno tayiko a fortalecer su sistema de salud. Por ejemplo, en los centros sanitarios se han puesto en marcha programas destinados a la promoción de servicios integrados y mejor adaptados a las necesidades de los pacientes. A nivel legal y normativo, la COSUDE ha apoyado la elaboración de nuevas leyes para favorecer el ejercicio de la medicina general y regular el trabajo de los médicos de familia.

Las actividades desarrolladas en el ámbito de la formación (universitaria, de postgrado y continua) han desempeñado un papel fundamental. Los proyectos han sido concebidos y ejecutados por profesionales de la salud de ambos países.

La reforma del sistema sanitario de Tayikistán: el valor añadido de la formación

Tras el desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991, Tayikistán inició una fase de transición. El país, que cuenta en la actualidad con una población de en torno a los 9,5 millones de habitantes, ha tenido que asumir grandes desafíos, especialmente en la reforma de su sistema de salud.

En el periodo soviético existía un sistema sanitario básico. En cada pueblo había uno o más “puntos de referencia” en donde se encontraba, al menos, una matrona y un ‘Feldscher’ –vocablo ruso de origen alemán que designa a personal médico muy bien formado que se hace responsable de la atención primaria. Cuando esos profesionales dejaron de tener su remuneración garantizada, muchos emigraron a Rusia o cambiaron de profesión. Esa migración se vio impulsada asimismo por la guerra civil librada entre 1992 y 1997, y por la degradación de la enseñanza universitaria. Además, ese sistema era desconocido para la comunidad internacional. Por ello, esta última definió, en cooperación con el gobierno tayiko, una estrategia nacional dirigida a introducir, para 2020, un sistema basado en la medicina general, que inicialmente era totalmente extraño para la población local.

En el marco del proyecto “Reforma de la Formación Médica” desarrollado por el ministerio de salud tayiko, la COSUDE pidió ayuda a las instituciones suizas especializadas –como el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical– para establecer una colaboración con el gobierno de Tayikistán y apoyar la reforma del sistema educativo en las carreras de medicina y enfermería de atención primaria. Así, los expertos de ambos países han trabajado en estrecha colaboración y han desarrollado relaciones profesionales basadas en la confianza mutua. Esa red de intercambio de conocimientos se ha visto fortalecida por la fuerte implicación personal de los actores participantes, que se han esforzado en promover la introducción de nuevas prácticas, enfoques y métodos. Para la COSUDE, el trabajo conjunto dirigido a generar cambios en los sistemas es un aspecto fundamental que incide en la sostenibilidad de la reforma también en el futuro. 

Dos médicos tayikos miden la presión arterial de un paciente sentado en una silla.
La COSUDE pidió ayuda a las instituciones suizas especializadas para establecer una colaboración con el gobierno de Tayikistán y apoyar la reforma del sistema educativo en las carreras de medicina © Danielle Powell, Swiss TPH

Línea directa entre los médicos de familia:

Renato Galeazzi, antiguo jefe de servicio de medicina interna del hospital cantonal de Saint-Gall es uno de esos expertos. Tras su jubilación, se dedicó a trabajar como consultor para Tayikistán y asumió la tarea de evaluar la calidad del proyecto de reforma. Profesores, médicos, enfermeros, pasantes y estudiantes: los intercambios se llevaron a cabo en varios niveles y se centraron en la comparación de diagnósticos, la interacción con los pacientes y la organización del trabajo. Desde el punto de vista del Dr. Galeazzi, la comunicación lingüística, las formas de trabajar o incluso las expectativas frente a la cooperación internacional son aspectos importantes a tener en cuenta para “forjar la confianza mutua a lo largo del tiempo y encontrar un idioma común”. 

La experiencia de Renato Galeazzi

Para los médicos tayikos, que, por lo general, han empezado a trabajar inmediatamente después de completar el primer año de especialización, eso supone ampliar la oferta de servicios para los pacientes. La reforma del sistema de salud abordó también importantes aspectos sociales y económicos. “Cuando se sugirió a las universidades cambiar sus planes de estudios de medicina, la respuesta fue positiva: la introducción de un plan de estudios moderno prometía atraer a más estudiantes de Pakistán y generar más riqueza para las facultades de medicina”, explica Renato Galeazzi.

Los proyectos también se centraron en la formación continua y de posgrado, tras un análisis de los requisitos profesionales en el país. “La oferta de formaciones de posgrado de varios años de duración orientadas a la medicina clínica –conocidas como ‘Ordinatura’ clínica en Tayikistán– tuvieron una muy buena acogida entre los médicos en ejercicio y los recién graduados”, prosigue Galeazzi. Ciertamente, esa formación descentralizada ha permitido una mejor preparación clínica de los profesionales de la salud y ha incrementado la presencia de médicos en las zonas rurales, mientras que antes solo estaban en la capital. Esa descentralización se aplicó también a la formación continua, lo que permitió a los médicos asistir a los cursos de formación cerca de su lugar de trabajo.

Pero las iniciativas de formación en Tayikistán estaban sometidas a unas dinámicas de financiación de las estructuras sanitarias basadas en una lógica de legitimación tácita de las transacciones financieras y de relacionales informales, y no en procesos de contratación transparentes y en función de los méritos. Dicha lógica refleja, por una parte, una de las estrategias de supervivencia típicas de los sistemas sanitarios que adolecen de un déficit presupuestario crónico, como es el caso de Tayikistán y de otros muchos países; por otra parte, se inserta en una tradición histórica y cultural de respeto a la lealtad que es del todo específica del contexto. Además, esa circunstancia provocó una especie de “shock cultural” entre la realidad local y las prácticas extendidas en los países occidentales (prácticas sobre las cuales se basaron en gran medida los enfoques y recomendaciones formuladas por los expertos internacionales que supervisaron la ejecución de los proyectos) que en múltiples ocasiones puso en peligro la continuidad de las actividades. 

En una sala con muchas monitores, el personal médico trabaja con ordenadores.
Los proyectos promueven la introducción de nuevas prácticas, enfoques y métodos. © COSUDE

Colaboración entre profesionales

Profesor de medicina internacional y humanitaria en los hospitales universitarios de Ginebra, Louis Loutan ha trabajado en Tayikistán, y sobre todo en Kirguistán, durante muchos años. En Kirguistán, país que se asemeja a Tayikistán por su historia y por la naturaleza de los programas de cooperación que allí se llevan a cabo en el sector de la salud, Louis Loutan dirigió un proyecto destinado a la reforma de la formación médica. Según el profesor, el punto fuerte del programa radica no solo en las reformas estructurales, sino también en los intercambios entre especialistas médicos: “Tenemos la misma profesión y, por tanto, nos enfrentamos a los mismos problemas, aunque en entornos distintos”, explica el profesor.

La experiencia de Louis Loutan

Ese intercambio y las experiencias profesionales comunes entre los médicos han permitido que se forjara, en el transcurso del proyecto, una confianza mutua que ha sido clave para el éxito de una reforma de esta envergadura. El hecho de que la COSUDE adquiriera un compromiso para un periodo de varios años es otro factor fundamental para acometer semejante reforma en la formación médica.

Todas las reformas y cambios generan dudas y resistencias. Las circunstancias en Tayikistán o en Kirguistán difieren de las de Suiza. De hecho, la cultura profesional, las estructuras y la organización de los servicios son diferentes. La comprensión del contexto sigue siendo un aspecto crucial. “En la mentalidad de la gente aún pesa el sistema planificado y centralizado de la etapa soviética, que daba prioridad a las especialidades médicas. La medicina de familia o la medicina general tienen dificultades para hacerse un hueco”, cuenta Louis Loutan. ¿Cómo podemos reactivar la innovación y las iniciativas en ese nuevo contexto?, ¿cómo descentralizar una parte de la formación y atraer a los jóvenes médicos a las zonas rurales? “Entablar un contacto periódico entre las instituciones académicas de la capital y los médicos que dirigen los hospitales o centros de medicina de familia en las regiones y dar a estos últimos voz en las mesas redondas ha sido un factor clave para revelar y reconocer las competencias de los actores regionales. También ahí, el hecho de ser uno mismo médico, ayuda a establecer una relación de comprensión mutua que facilita enormemente los cambios”. El intercambio y la búsqueda de soluciones comunes son características que distinguen a Suiza y su forma de trabajar también en la cooperación internacional.

¿Está garantizada la sostenibilidad de los proyectos incluso una vez finalizada la cooperación suiza sobre el terreno? “Al trabajar en estrecha colaboración con los colegas locales y desarrollar una nueva visión conjunta que adquiere sentido a través de la práctica diaria, al tiempo que se acometen reformas en el sistema, se suman muchos factores que aumentan la probabilidad de que la reforma sea sostenible. Sin embargo, el cambio depende de los medios que el propio sistema de salud pone a disposición, especialmente para los salarios”, añade Loutan. Esos aspectos tienen gran influencia en el futuro de esta reforma, que aún está en curso.

Cooperación internacional

La cooperación internacional (CI) de Suiza se basa en la Estrategia de Política Exterior (EPE) de la Confederación y persigue combatir la pobreza en los países en desarrollo y contribuir a su desarrollo sostenible. La salud es un factor esencial del desarrollo; la acción de la COSUDE en el campo de la salud prioriza el fortalecimiento de los sistemas sanitarios, la lucha contra las enfermedades transmisibles y no transmisibles y la mejora de la salud sexual, reproductiva, materna, neonatal e infantil.

Estrategia de cooperación internacional 2021–2024

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