Ganadería de camélidos y conservación de las praderas dinamizan territorios altoandinos

Novedades locales, 21.08.2019

A lo largo de cinco años, la Cooperación Suiza, a través del proyecto Biocultura y Cambio Climático y su socio PROMETA, desarrollaron actividades orientadas a fortalecer las capacidades de adaptación de las comunidades y las instituciones locales en Villazón y Yunchará a los efectos adversos del cambio climático.

La Cooperación Suiza tuvo presencia en la zona alta de Tarija
Biocultura y Cambio Climático ©DFAE

La crianza y manejo de camélidos ha generado la conjunción de los diferentes actores como gobiernos municipales, asociados de productores y otras instituciones locales.

Sin embargo, los municipios de Villazón y Yunchará potenciaron sus esfuerzos cuando pobladores y autoridades decidieron trabajar en base a sus activos bioculturales.

Los camélidos, las áreas protegidas y la conservación de las praderas, son ahora dinamizadores importantes de su gestión territorial y un medio de vida para muchas familias.

Sandra Mamani, presidenta de la Asociación Regional de Comunidades Manejadoras de Vicuñas de Villazón, expresa su entusiasmo en los logros que ha conseguido.

Como ejemplo está el Área Natural de Manejo Integrado Municipal Pampa Tholar de las Vicuñas, cuya importancia no se limita a sus destacados valores ecológicos y económicos, sino a su contribución con el bienestar y mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores.

“El mayor valor agregado, es lo que está haciendo la gente de la comunidad, fomentando un entorno natural donde pueden crecer las vicuñas alrededor de la población, en armonía con la comunidad y responsabilidad con la Madre Tierra”, asegura Mamani.

El área protegida, es sin duda una esperanza por nuevos tiempos para las familias del municipio de Villazón que ha incentivado el sentimiento de conservación de las comunidades, como aporte a la resistencia económico productiva y la principal razón para involucrarse con el trabajo y las finanzas.

Antes del área protegida, la caza furtiva de vicuñas fue una actividad predominante en las comunidades y ahora existe mayor conocimiento sobre la importancia de su conservación y mayor compromiso de la comunidad para seguir siendo un aliado.

No es diferente el caso de Yunchará, donde la reintroducción de las llamas, el mejoramiento genético y el manejo sostenible, generaron nuevas oportunidades al municipio.

En el pasado, la condición de las familias no era tan buena, y no se contaban con los medios de vida apropiados o dependían únicamente de la agricultura, cada vez más incierta debido al cambio climático.