Historia de Suiza

En el transcurso de los siglos, Suiza se convirtió de una red de alianzas diversas entre ciudades y comunidades rurales en el actual Estado federal conformado por 26 cantones. Su evolución histórica tiene muchos paralelismos con otras naciones en Europa occidental, aunque supo conservar su independencia y mantener algunas particularidades.

Pintura en la que varios hombres armados levantan el brazo y la mano derecha para prestar el juramento colectivo..
El juramento del Rütli forma parte del mito fundacional de Suiza. En el año 1291 se confederaron las comarcas de Uri, Schwyz y Unterwald contra la potencia foránea de los Habsburgo. © Archivo Fotográfico de la Confederación

Suiza se encuentra en el centro de Europa, pero no solamente desde el punto de vista geográfico. También su evolución histórica presenta muchos rasgos comunes con la de los países vecinos. Antiguamente, el territorio de la Suiza actual formaba parte del Imperio romano. Posteriormente, presenció durante la Alta Edad Media el avance del cristianismo, las migraciones germánicas y el dominio de distintos pueblos. Finalmente, se fue configurando paulatinamente en el período bajomedieval la denominada “Antigua Confederación”, la estructura estatal precursora de la Suiza contemporánea.

La Reforma y el cisma del cristianismo en Occidente suscitaron tensiones y conflictos bélicos tanto en Suiza como en muchas partes de Europa. Al mismo tiempo, Suiza desarrolló su neutralidad, un rasgo distintivo de su política exterior que perdura hasta hoy.

Pero la neutralidad no pudo impedir que la Revolución Francesa y las sucesivas Guerras napoleónicas también sacudieran los cimientos de la Antigua Confederación. Durante la ocupación francesa se constituyó la “República Helvética”, se delimitaron las fronteras en su configuración actual y se conformaron nuevos cantones soberanos de regiones estrechamente unidas. A partir de esta experiencia fundamental se constituyó luego el Estado federal moderno.

También la historia del siglo XX muestra cómo, por un lado, Suiza se relacionaba con los países vecinos y cómo, por otro, emprendía un camino propio. Si bien es cierto que también Suiza se vio muy afectada por ambas guerras mundiales, también lo es que se libró de las grandes destrucciones. Durante la Guerra Fría Suiza se desarrolló de manera parecida a la de otros países en Europa occidental, aunque supo mantener su neutralidad y su papel de intermediadora entre Occidente y el bloque del Este. Después del final de la Guerra Fría, Suiza participó en el proceso de integración económica del continente, al tiempo que se mantuvo fuera de la Unión Europea. 

De la Prehistoria a la Edad Media

Foto de tres construcciones y una pasadera lacustres con visitantes.
En la Edad de Piedra y en la Edad del Bronce vivían los hombres en palafitos en las orillas de los lagos suizos. © AngMoKio / Wikimedia

Edad Moderna

Foto del Monumento de la Reforma en Ginebra, una pared de piedra clara de 100 metros de longitud con representaciones escultóricas de las principales figuras de la Reforma ginebrina.
El Monumento Internacional de la Reforma en Ginebra conmemora las principales figuras de la Reforma en Ginebra y su irradiación internacional. © MHM55 / Wikimedia

Hacia la fundación del Estado federal

Vista del Palacio federal en Berna desde el sureste.
El “Palacio federal” es la sede del Parlamento y del Gobierno nacional y es un símbolo del Estado federal suizo y de la Capital federal Berna. © Pierangelo66 / Wikimedia

Suiza en el siglo XX

Cartel de la Exposición nacional de 1939.
Una imagen representativa de la cultura e idiosincrasia del pueblo suizo en una Europa dominada por la agresiva política expansiva de la Alemania nazi: la Exposición nacional de 1939 en Zúrich. © ETH Bibliothek Zürich / Wikimedia