El CGIAR es un partenariado mundial que aspira a un mundo libre de hambre, degradación ambiental y pobreza. Se dedica a investigar para reducir la pobreza rural, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la salud y la nutrición humanas, y garantizar una gestión sostenible de los recursos naturales. Dado que estos objetivos están en consonancia con su política exterior, Suiza contribuye a su logro.
Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional – CGIAR
El Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) cuenta con 15 centros de investigación agrícola de renombre internacional ubicados en diversas partes del mundo, pero mayoritariamente en el Sur Global. Suiza presta apoyo al CGIAR fortaleciendo el sistema del grupo mediante la aportación de contribuciones técnicas y financieras a importantes programas de investigación e innovación, así como promoviendo la investigación agrícola nacional en los países prioritarios para Suiza a través de proyectos específicos. La COSUDE es miembro activo del grupo de donantes europeos y desempeña un papel importante en la orientación estratégica.
La misión del CGIAR gira en torno a dos ejes:
- Hacer avanzar la ciencia y la innovación agrícolas para que los pobres, especialmente las mujeres, puedan alimentar mejor a sus familias.
- Mejorar la productividad y la resiliencia para que los beneficiarios puedan compartir el crecimiento económico y gestionar los recursos naturales, haciendo frente al cambio climático y otros desafíos.
El CGIAR cuenta con una sólida base de activos en términos de competencias, conocimientos científicos y alcance mundial gracias a sus investigaciones únicas para la red de contrapartes de desarrollo. Por lo tanto, este singular grupo de centros de investigación tiene la capacidad de responder a los acuciantes desafíos actuales de la inseguridad alimentaria, la degradación ambiental, la prosperidad desigual, el cambio climático y la carga de las enfermedades relacionadas con la nutrición, que van de la diabetes a las afecciones cardiacas. Hace falta una acción colectiva y brindar nuevas oportunidades que favorezcan las innovaciones dinámicas a fin de producir alimentos más diversos y nutritivos con una menor huella ambiental, y esto es exactamente lo que propicia el CGIAR.
Antecedentes
Para que no se repitan periódicamente graves crisis alimentarias, es necesario seguir innovando en el ámbito de la productividad agrícola. Entre los principales obstáculos que impiden introducir con éxito estas mejoras figuran la degradación generalizada de los recursos naturales como el agua, la tierra cultivable, la diversidad biológica y los bosques, así como el aumento previsto de fenómenos meteorológicos graves, enfermedades y plagas a causa del cambio climático.
En una economía cada vez más globalizada e interconectada, siguen surgiendo nuevos desafíos. La seguridad alimentaria, la resistencia a los antibióticos y la propagación de plantas e insectos invasores, así como las enfermedades vegetales y animales, constituyen nuevas amenazas que no respetan las fronteras y que inevitablemente afectarán a todos los países, incluido Suiza.
Con sus 50 años de experiencia, el CGIAR está llamado a convertirse en una organización internacional de investigación imprescindible en la búsqueda de soluciones sostenibles que permitan mantener y alimentar a un planeta que para 2050 tendrá 10 000 millones de habitantes.
Objetivos del CGIAR
El objetivo del CGIAR es reducir la pobreza y el hambre, mejorar la salud y la nutrición humanas, y aumentar la resiliencia del ecosistema mediante investigaciones agrícolas internacionales de alta calidad.
Para ello, el CGIAR trabaja, entre otras cosas, con miras a incrementar la productividad agrícola, mejorar el acceso a alimentos básicos y micronutrientes asequibles, y propiciar una gestión sostenible de los recursos naturales.
Los nuevos conocimientos y tecnologías que el CGIAR desarrolla desempeñan un papel destacado en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Resultados del CGIAR
Entre los efectos logrados en los últimos diez años, cabe destacar:
- Una mayor resiliencia en las comunidades agrícolas de 21 países mediante el establecimiento de pueblos inteligentes desde el punto de vista del clima, Climate Smart Villages, que prueban y fomentan innovaciones para desarrollar sistemas alimentarios resistentes.
- Una mejor alimentación para 20 millones de personas de países de ingresos bajos gracias a un mayor acceso a nutrientes fundamentales por medio de cultivos enriquecidos con micronutrientes que tienen un mayor contenido de vitamina A, hierro y zinc.
- Mejores ingresos para los agricultores y mejor nutrición para los niños menores de cinco años mediante el desarrollo de nuevas especies de tilapia, prácticas de gestión pesquera e integración de sistemas de cultivo agrícola y piscícola.
- Respuestas a enfermedades urgentes e incipientes de los cultivos y los animales por parte de expertos mundiales, como en el caso de la plaga del gusano cogollero del maíz en el África subsahariana, la enfermedad del trigo en Bangladesh, o la fiebre de la costa oriental, una enfermedad mortal del ganado en África Oriental.
- Mayor acceso a variedades mejoradas de trigo en casi la mitad de zonas de producción triguera del mundo. Los beneficios anuales del cultivo de trigo oscilan entre los 2200 y los 3100 millones USD.
- Aumento del rendimiento de arroz en 13 países del África subsahariana de 0,5 a 1 tonelada por hectárea y a una rentabilidad de 200 USD por hectárea mediante una app para teléfonos móviles de gestión de las cosechas, llamada «RiceAdvice».
Para 2030, en colaboración con más de 3000 contrapartes, el CGIAR prevé haber hecho una contribución significativa a los ODS. Ello implica 100 millones menos de personas viviendo en la pobreza y 150 millones menos padeciendo hambre crónica, lo cual representa más de diez veces la totalidad de la población suiza.
Compromiso de Suiza
La manera en que el mundo cultiva, cosecha, transporta, procesa, comercializa y consume los alimentos tiene un papel decisivo en los principales desafíos a los que se enfrenta la humanidad. Vivir dentro de los límites planetarios, mantener la disponibilidad de alimentos, promover la igualdad de oportunidades, garantizar la sanidad pública y crear empleos y crecimiento son retos que determinarán los futuros sistemas alimentarios. Habida cuenta de su economía abierta y altamente globalizada, Suiza depende de un entorno internacional estable y propicio a la colaboración. Su seguridad, independencia y prosperidad requieren un contexto mundial estable y previsible. Por eso, Suiza se ha comprometido a colaborar con los centros del CGIAR como donante.
- En un mundo en que el cambio tiene lugar a un ritmo cada vez más rápido y en vista de los grandes desafíos que nos aguardan, el establecimiento de un sistema de investigación eficaz y eficiente para el CGIAR constituye un esfuerzo permanente. A tal efecto, la COSUDE trabajará conjuntamente con el CGIAR para crear un sistema basado en una estrategia coherente, focalizada, coordinada y que cuente con los recursos adecuados a fin de obtener resultados a una escala significativa y tener un impacto positivo en los medios de subsistencia de las personas pobres.
- Fortalecimiento de la coherencia y la pertinencia de las investigaciones del CGIAR. Suiza espera una orientación estratégica y temática más sólida y fundamentada de las investigaciones del CGIAR mediante indicadores que midan su contribución a la seguridad alimentaria, el desarrollo agrícola, y la reducción de la pobreza y la huella ambiental.
- Promoción activa de la investigación y adopción de sistemas de agrodiversidad que reflejen la dinámica y las complejas relaciones entre las sociedades humanas, las plantas cultivadas y los entornos en los que coexisten.
Contribuciones de Suiza
Suiza apoya al CGIAR de tres maneras. Por una parte, fortalece el sistema del grupo y, por otra, promueve la investigación y el asesoramiento agrícolas a escala nacional en sus países prioritarios mediante proyectos específicos del CGIAR. Además, fomenta las sinergias entre las instituciones de investigación suizas y los centros del CGIAR. Con este fin, Suiza y el CGIAR firmaron un memorando de entendimiento en 2017.
Suiza es miembro activo de la Iniciativa Europea de Investigación Agrícola para el Desarrollo (IEIAD) y durante el período 2018-2020 ocupa la presidencia. La IEIAD representa el 45% del financiamiento del Fondo del CGIAR y por lo tanto tiene un papel importante en la orientación estratégica del grupo de investigación.
Del 50% de alimentos que se importan cada año en Suiza, más del 20% proceden de países no pertenecientes a la Unión Europea. Productos de países de bajos ingresos, tales como las batatas, la quinua o el arroz integral, se están volviendo cada vez más importantes en nuestros hábitos alimentarios.
A pesar de que la mayor parte de las investigaciones realizadas por el CGIAR se llevan a cabo en el Sur Global, Suiza se beneficia directamente de los conocimientos y los servicios de este partenariado de investigación. Los bancos de genes del CGIAR son una fuente importante para el desarrollo de nuevas variedades de cultivos resistentes a la sequía y las enfermedades que se plantan en Suiza, como son el maíz, el trigo o las patatas. Asimismo, frutas tropicales que se consumen habitualmente en Suiza, como los bananos, los mangos o las batatas, han sido enriquecidas con un contenido más elevado de vitaminas por los bancos de genes del CGIAR, que también se ocupan de su conservación.