Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras – BAII

El Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) fomenta, mediante inversiones en infraestructura, un crecimiento sostenible, estable y social en Asia. Como miembro de este joven banco de desarrollo, Suiza vela especialmente por que el BAII respete los estándares sociales y ambientales, así como los criterios para la financiación sostenible de las infraestructuras.

El Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (Asian Infrastructure Investment Bank, AIIB) es una institución financiera regional que fomenta un desarrollo económico sostenible en Asia gracias, sobre todo, a inversiones en infraestructura. Pone sus propios medios a disposición y moviliza fondos públicos y privados.

Contexto

El BAII fue fundado por iniciativa de la República Popular China en 2015 como el más reciente banco multilateral de desarrollo.  Se estableció por iniciativa de la República Popular China y ha pasado de 57 a 78 miembros en cuatro años.

Las necesidades de inversión en el área de infraestructuras son enormes. Dichas inversiones constituyen una importante base para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030. Un estudio del Banco Asiático de Desarrollo (Asian Development Bank, ADB) del año 2017 afirma que solo Asia debería invertir entre 2016 y 2030 alrededor de 26 millardos de USD - 1,7 millardos de USD al año - en infraestructura para poder mantener la dinámica de crecimiento, erradicar la pobreza y reaccionar ante el cambio climático. Según el estudio, cerca de 1,5 millardos de asiáticos no tienen acceso a instalaciones sanitarias, mientras que 400 millones carecen de electricidad y 300 millones no disponen de agua limpia. La infraestructura permite crear puestos de trabajo, disminuir los costes de producción, mejorar las conexiones a los mercados y garantizar la fiabilidad del abastecimiento de energía y agua. Una buena infraestructura contribuye a la reducción de la pobreza y a un desarrollo sostenible.

Objetivos del BAII

El objetivo es colmar la sustancial brecha financiera entre la demanda de infraestructuras sostenibles en Asia y los recursos financieros disponibles, contribuyendo así a mejorar el desarrollo económico y los estándares de vida, ambientales y sociales en los países. El BAII se ha comprometido a prestar especial atención a las inversiones sostenibles y verdes para ayudar a los países asiáticos a adoptar tecnologías respetuosas del medio ambiente sobre todo en el sector de la producción de energía.

Las actividades del banco se centran especialmente en proyectos de infraestructura en los sectores de la energía, del transporte, del desarrollo urbano y del agua. Para ello, el banco no solo utiliza sus propios recursos, sino que también moviliza capital público e inversiones privadas. El Banco concede créditos, garantías y participaciones.

Resultados

El año 2020 fue el quinto año de actividad de la IBIA, pero este aún se encuentra en la fase inicial de cinco años definida por el BAII, en la que se creará la institución.

Hasta la fecha, el banco ha desarrollado una serie de estrategias sectoriales y establecido tres prioridades estratégicas:

  • Infraestructuras sostenibles
  • Movilizar capital privado
  • Promover la conectividad transfronteriza

Los miembros del banco, incluida Suiza, han aprobado estrategias para la energía, el transporte, el desarrollo urbano sostenible y la movilización de capital privado. En 2017, el BAII recibió las calificaciones más altas de las agencias de rating Moody's, Fitch y Standard & Poor's. En 2018 y 2019, estas agencias confirmaron una vez más la solvencia de la AIIB.

A finales de marzo de 2020, el consejo de administración del banco aprobó más de 13.000 millones de dólares para proyectos en diversos sectores de infraestructura en 21 de sus Estados miembros, como la India, Indonesia y Bangladesh. El banco también puede realizar una parte limitada de las inversiones (máximo 15%) fuera de Asia, pero en proyectos estrechamente relacionados con dicho continente o que deben tener en cuenta intereses globales, como p. ej., la protección del clima.

La mayoría de los proyectos seguirá siendo financiada conjuntamente con otros bancos de desarrollo. En esta fase inicial se produce, pues, una importante transferencia de conocimientos hacia el BAII.

Compromiso de Suiza

El 25 de abril de 2016, Suiza se unió a la IBIA como miembro fundador, convirtiéndose en su 37º país miembro.  Su contribución de capital es de 706,4 millones de dólares, de los cuales 141,3 millones de dólares son capital pagado y el resto es capital exigible. La participación de Suiza en la votación es del 0,84%. 

El consejero federal Ignazio Cassis es el gobernador adjunto del Banco y el consejero federal Guy Parmelin gobernador. En el Consejo de administración del Banco, Suiza constituye un grupo de voto con Dinamarca, Islandia, Noruega, Polonia, Rumanía, Suecia, Hungría y el Reino Unido. El sistema de rotación convenido con los otros miembros del grupo de voto le garantiza a cada país su representación en el Consejo de administración del BAII.

Prioridades de Suiza

Para Suiza, la participación en el BAII, así como en otros bancos multilaterales de desarrollo reviste gran importancia debido a su impacto y posibilidades de ejercer influencia política. Los bancos multilaterales de desarrollo desempeñan un rol de primer plano en la cooperación al desarrollo. También son importantes para hacer frente a los desafíos globales, como el cambio climático, las crisis financieras, la seguridad alimentaria, los desastres ambientales o los movimientos migratorios.

La adhesión de Suiza al BAII se basa en la política suiza de desarrollo y su política económica exterior. El banco cumple todas las condiciones necesarias para convertirse en un importante pilar entre los bancos multilaterales de desarrollo. En la región asiática, puede contribuir significativamente a responder a importantes necesidades de infraestructuras, a promover un desarrollo económico sostenible y a luchar contra la pobreza. Suiza vela especialmente por que en la orientación operacional y financiera se respeten los estándares ambientales y sociales internacionales, así como los criterios para la financiación sostenible de las infraestructuras. Además, Suiza trabaja, p. ej., para asegurar una mayor movilización de inversiones privadas para la construcción de infraestructuras y fomenta la focalización en la igualdad de género en todas las actividades del banco. La adhesión de Suiza al BAII refuerza las relaciones con China y con los otros países de la región asiática. Además, les abre oportunidades a las empresas suizas para reforzar las relaciones comerciales con Asia.