El derecho de toda persona a la educación básica

La adquisición de conocimientos y competencias básicas es esencial para que una persona pueda tomar decisiones, ejercer la ciudadanía e integrarse en la sociedad y en la vida laboral. La COSUDE vela por que todas las personas tengan acceso a una educación de calidad y, ejercer así su derecho a la educación.

En el punto de mira de la COSUDE

La COSUDE se esfuerza para que cada individuo –empezando por los niños y los jóvenes– pueda ejercer su derecho a recibir una educación básica. Esta abarca la capacidad de leer, escribir y calcular, pero también la de entender el mundo en el que vivimos. La educación estimula la autonomía, aumenta el bienestar y promueve el ejercicio de la ciudadanía.

La COSUDE apoya el principio de igualdad de acceso de todos a la educación, prestando especial atención a los grupos que suelen ser más vulnerables: los niños y los jóvenes excluidos del sistema escolar, las mujeres, las poblaciones rurales y las comunidades nómadas. Para establecer la igualdad de oportunidades es preciso crear sistemas educativos innovadores y eficientes, que estén adaptados a las necesidades de los niños y los jóvenes con el fin de incluir al mayor número posible de ellos.

En colaboración con las autoridades nacionales y locales, la COSUDE facilita la implantación de sistemas educativos descentralizados, más cercanos a las comunidades. En varios países promueve una educación obligatoria de calidad, además de apoyar la puesta en marcha de alternativas al sistema escolar oficial –tales como escuelas móviles y cursos impartidos en idiomas nacionales–, velando por que existan puentes que permitan a los estudiantes incorporarse a este en cualquier momento.

Por último, la COSUDE preconiza la integración de módulos de educación básica en los programas de formación profesional (cursos de alfabetización) o en proyectos llevados a cabo en otros sectores (salud, agua, agricultura, cambio climático, protección o gobernanza).

En cualquier caso, la calidad de la enseñanza proporcionada es esencial, puesto que el acceso a una estructura educativa no garantiza en sí mismo que los alumnos terminen asimilando conocimientos. Por ello, la COSUDE colabora con una amplia variedad de actores para mejorar la gobernanza y el rendimiento de los sistemas educativos.

A nivel internacional, la COSUDE financia y orienta en gran medida las actividades de la Alianza Mundial para la Educación, una plataforma central de financiación y diálogo entre los donantes, los países contrapartes, el sector privado y la sociedad civil, que apoya los sistemas educativos de 60 países de todo el mundo.

Contexto

Son muchos los desafíos en el sector de la educación. En 2017, hay 263 millones de niños y adolescentes privados de acceso a la educación. Muchos empiezan la escuela primaria pero nunca llegan a terminarla o terminan sin haber aprendido nada debido a la mala calidad de la enseñanza. A pesar de los progresos logrados en las últimas décadas, en los países en desarrollo aún un cuarto de la población joven es analfabeta. Esa proporción se eleva a casi la mitad en el África subsahariana y a un tercio en Asia meridional.

A veces a la pobreza se añaden acontecimientos devastadores que cierran las puertas a cualquier forma de educación, ya sean las guerra, los desastres naturales o el desplazamiento forzoso de las poblaciones.

Por eso es necesario reforzar los sistemas educativos en múltiples países en desarrollo o en transición, y más aun en los llamados contextos “frágiles”, en que las desigualdades tienden a profundizarse. Proporcionar a los jóvenes oportunidades educativas y socioeconómicas puede contribuir a reducir el riesgo de violencia.