«El desminado crea espacios de reconciliación»
Humanicemos es una organización de desminado creada en el marco del Acuerdo de Paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP. «Por la Vida, la Reconciliación y la Reconstrucción de los Territorios» es el lema de los hombres y mujeres excombatientes que cuentan con el apoyo de Suiza.
Ocho años después del Acuerdo de Paz de 2016, Colombia sigue siendo el país más afectado por las minas del continente. Decenas de miles de municiones sin detonar todavía suponen una amenaza para la población y más de 11 000 personas ya han sido víctimas de ellas. Humanicemos, una organización civil de desminado que cuenta con un centenar de empleados y empleadas, se ha fijado la tarea de detectar los traicioneros artefactos explosivos y hacerlos inofensivos.
Una de las empleadas es Omaira Baron Bahamon, excombatiente de la guerrilla FARC-EP que decidió dejar las armas y trabajar por la reconciliación y la paz. Hasta ahora Humanicemos ha desminado una superficie de unos 77 000 metros cuadrados en la antigua zona de conflicto de Caquetá y desactivado más de 40 artefactos explosivos y municiones sin detonar. De esta manera, Humanicemos, con el apoyo de Suiza, ha hecho más segura la vida de 11 000 personas.
Ella misma se ha beneficiado indirectamente del proyecto, afirma Omaira Baron Bahamon. «Como excombatiente es muy difícil conseguir un empleo», señala . Gracias a Humanicemos ha podido reincorporarse a la vida civil y adquirir experiencia profesional como contable. «Ahora me puedo construir un nuevo futuro», observa.
Un ejemplo a seguir
Humanicemos es un ejemplo de cómo Suiza vincula la acción humanitaria, la paz y el desarrollo, un enfoque reconocido por las autoridades y las organizaciones internacionales. Tammy Hall, coordinadora general de la Acción Integral contra Minas Antipersonal (AICMA) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), dice: «Humanicemos desempeña un papel crucial en Colombia en el desminado humanitario, mostrando la conexión entre éste y la paz. En donde alguna vez hubo minas, está creando espacios de reconciliación». Gracias al apoyo de Suiza, desde la OEA se ha podido integrar formalmente a la organización al sistema de gestión de calidad del sector de la acción contra minas. «Humanicemos en Colombia sirve como ejemplo al abordar directamente las causas y consecuencias del conflicto armado, promoviendo la justicia social y fomentando el diálogo y la reconciliación entre comunidades divididas».
Por su parte, Nathalie Ochoa, de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de la presidencia de Colombia, observa que «Humanicemos muestra el impacto directo que tiene la acción contra minas en la construcción de paz. Es un modelo a seguir, para replicar, que nos deja muchas lecciones aprendidas».
Primera organización de este tipo
El primer proyecto piloto de desminado humanitario se llevó a cabo en el marco de los diálogos de la Habana en 2016, recuerda Angela Orrego, directora de Humanicemos. El proyecto contó con el apoyo del Centro Internacional de Desminado Humanitario de Ginebra, una contraparte de la Confederación Suiza. Los hombres y mujeres excombatientes acompañaron las labores desarrolladas a fin de generar la confianza necesaria entre las comunidades involucradas, el Gobierno colombiano, la comunidad internacional y los propios firmantes del Acuerdo. Angela Orrego explica: «Empezamos a pensar que los firmantes podíamos conformar una organización de desminado humanitario como una herramienta de reincorporación económica y social en el marco del Acuerdo de Paz». Así comenzó la historia de la primera organización de desminado humanitario en el mundo, surgida de un acuerdo de paz e integrada esencialmente por excombatientes.