SIDA: «Los avances logrados en los últimos veinte años son impresionantes»

Mozambique y Zimbabue forman parte del grupo de países prioritarios para la cooperación internacional de Suiza. El vicedirector de la COSUDE y jefe de la División África Subsahariana, Nicolas Randin, ha realizado una visita de trabajo a ambos países en noviembre de 2022.

El vicedirector de la COSUDE, Nicolas Randin, visita el proyecto de vehículos eléctricos y posa con dos beneficiarios.

El vicedirector de la COSUDE, Nicolas Randin, visitó a los beneficiarios del proyecto de vehículos eléctricos en Domboshava, Zimbabue © COSUDE

En calidad de países vecinos, Mozambique y Zimbabue comparten ciertas características: economías principalmente agrícolas, subsuelos ricos en materias primas, elevada vulnerabilidad al cambio climático y a los desastres naturales, inseguridad alimentaria, alta prevalencia del VIH/SIDA y una población muy joven. La tasa de pobreza es elevada: la mayoría de la población vive por debajo del umbral de pobreza. Ambos países forman parte del grupo de países prioritarios para la cooperación internacional de Suiza.

Tras su visita a estos dos países, el vicedirector de la COSUDE, Nicolas Randin, jefe de la nueva División África Subsahariana desde el 1 de septiembre de 2022, nos habla de sus impresiones. 

Acaba de estar usted en Mozambique, donde estuvo por primera vez en 1993 en misión para el Comité Internacional de la Cruz Roja. Luego volvió en 2002, para trabajar allí para la COSUDE hasta 2006. ¿Cuáles han sido sus impresiones? ¿Cómo ha evolucionado el país?

El país ha avanzado positivamente en numerosos ámbitos. En 1992, se firmó un primer acuerdo de paz, tras diecisiete años de guerra civil. Entonces, la economía, las infraestructuras y los servicios básicos eran mínimos. A pesar de importantes inversiones privadas y de la ayuda internacional, el país sigue estando entre los menos avanzados del mundo. Vemos que el desarrollo lleva tiempo, a menudo más de una generación.

Mozambique tienes importantes recursos naturales, que empiezan a ser explotadas. El presupuesto nacional se augura abundante, pero no todos los países ricos en recursos naturales han conseguido que la totalidad de su población se beneficie de ellos.

Suiza ha renovado su programa de cooperación en Mozambique a principios de este año. El nuevo programa abarca el periodo 2022-2025. ¿Cuáles son las prioridades de este nuevo programa? ¿Cuál es el valor añadido de la cooperación suiza?

Suiza siempre se ha centrado en el norte del país, donde la tasa de pobreza es elevada. Nuestro compromiso se proyecta en el largo plazo con acciones a nivel local y la prestación de apoyo a nivel central. Suiza brinda apoyo al gobierno en las distintas reformas institucionales. Llevamos a cabo acciones en el contexto de la descentralización; es decir, el mejoramiento de los servicios básicos a nivel local, la buena gobernanza y la gestión de las finanzas públicas.

También estamos implicados en el desarrollo económico, con el fin promover la creación de empleo, reforzar las cadenas de valor, y mejorar la producción agrícola y el acceso a los servicios financieros. Asimismo, ofrecemos apoyo a la sociedad civil de Mozambique en diversos ámbitos, así como al sector privado.

El contexto en la región evoluciona rápidamente y nuestro programa también debe evolucionar para seguir siendo relevante.

También ha estado usted en Zimbabue. En 2023, la COSUDE va a pasar de un programa regional que abarca cinco países del África austral a un programa bilateral que abarca dos países, Zimbabue y Zambia. ¿Por qué se ha tomado esa decisión? ¿Cuáles serán las prioridades de ese programa?

Nuestro programa se inició en Sudáfrica al final del apartheid, y, posteriormente, ampliamos nuestro apoyo a los países de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo (SADC, por su sigla en inglés), una organización regional compuesta por dieciséis Estados miembros del África austral. Hemos decidido centrarnos, a partir de 2023, en Zimbabue y Zambia, donde las necesidades y los desafíos son grandes.

El contexto en la región evoluciona rápidamente y nuestro programa también debe evolucionar para seguir siendo relevante. La seguridad alimentaria –especialmente perjudicada por el cambio climático –, la salud y la gobernanza son las prioridades de la COSUDE.

¿Cuáles son los desafíos que se plantean al pasar de un programa regional a uno bilateral? ¿Qué va a ser de los proyectos que se han emprendido a escala regional?

Nos mantenemos fieles a nuestros compromisos y los cambios de dirección se operan, por tanto, a lo largo de varios años. Conservaremos algunos de los programas regionales, ya que refuerzan y complementan nuestros programas nacionales. El mayor desafío siempre es elegir a las contrapartes adecuadas y determinar los ámbitos donde Suiza puede aportar un valor añadido.

El hecho de gestionar conjuntamente nuestros programas de desarrollo y nuestra ayuda humanitaria nos permite tener una visión general de los desafíos que se plantean en los países y proporcionar la mejor respuesta posible.

En el cambio de milenio, el sur de África se vio muy afectado por la epidemia del SIDA. Los tratamientos antirretrovirales son extremadamente caros e inaccesibles para los pacientes. La lucha contra el VIH/SIDA pasa a ser una prioridad en el programa regional de la COSUDE. Veinte años después, ¿qué balance hace del compromiso de la COSUDE en ese sentido?

Los avances logrados en los últimos veinte años son impresionantes. La mitad de las personas que viven con el VIH se encuentran en el África austral. Hace veinte años, cuando estaba en Mozambique, perdíamos con frecuencia a colegas y colaboradores. La llegada de los medicamentos antirretrovirales cambió radicalmente la situación. Las ONG desempeñaron un papel fundamental. Al tratarse de un tratamiento para toda la vida, es indispensable que haya un compromiso a largo plazo.

Hoy en día, los programas mundiales proporcionan los medicamentos, el acceso a estos es adecuado y hay disponibilidad de pruebas diagnósticas. Así que vivimos el VIH con bastante normalidad. El SIDA ya no se encuentra en su fase de crisis aguda. No obstante, la tasa de infectados está disminuyendo muy lentamente.

Suiza apoya una clínica especializada en el SIDA, la Newlands Clinic, en Harare, que fue fundada por un médico suizo, el Prof. Ruedi Lüthi. La clínica atiende a unas 8'000 personas desfavorecidas. Se ha convertido en un centro de referencia para los casos complicados y también lleva a cabo investigaciones sobre los efectos de los distintos tratamientos disponibles. 

Al igual que otras regiones de África, el África austral sufre los efectos del cambio climático. Durante el último decenio, ha experimentado periodos de inundaciones y sequías cada vez más frecuentes y más mortíferas. Zimbabue y Mozambique son especialmente vulnerables. ¿Qué medidas ha adoptado la cooperación internacional suiza para apoyar a la población? Y, ¿qué hace que la cooperación suiza sea innovadora en cuanto a la lucha contra el cambio climático?

En caso de catástrofes naturales, podemos enviar a nuestros especialistas del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria y financiamos la ayuda de emergencia. Mozambique sufre regularmente tifones, que a menudo provocan inundaciones mortales.

Nuestros programas de desarrollo agrícola apoyan a los agricultores con variedades de semillas resistentes a la sequía. Se están desarrollando sistemas innovadores de información climática y de seguros. En Zimbabue, Suiza también apoya un proyecto de movilidad eléctrica en zonas rurales para sustituir los vehículos que utilizan combustible. 

Por último, desde el 1 de septiembre de 2022, está usted al frente de la División África Subsahariana, ¿qué balance hace de estos tres primeros meses? ¿La fusión entre la ayuda humanitaria y la cooperación al desarrollo ya está dando sus frutos?

La nueva División África Subsahariana nos permite un mayor intercambio entre los diferentes programas, países e instituciones que trabajan en el continente, como la Unión Africana, el Banco Africano de Desarrollo o los grupos de reflexión.

El hecho de gestionar conjuntamente nuestros programas de desarrollo y nuestra ayuda humanitaria nos permite tener una visión general de los desafíos que se plantean en los países y proporcionar la mejor respuesta posible. Todavía estamos en una fase de rodaje a nivel interno, pero el interés expresado por mis colegas demuestra que estamos en el buen camino.

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