Beirut, un año después...

Hace un año, Emilie S. partía a Beirut con el uniforme del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria. La arquitecta participó en la reconstrucción de la ciudad después de la trágica explosión. Nos habla de su experiencia y de la importancia de la ayuda helvética. Publicamos este artículo con ocasión del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, en homenaje a todas las personas que se dedican a ayudar a los demás.

Vista desde una ventana del puerto y de una parte de la ciudad de Beirut después de la trágica explosión del 4 de agosto de 2020..

La explosión en el puerto de Beirut destruyó parte de la capital libanesa y dejó más de 200 muertos y más de 6.500 heridos. © Keystone

Martes, 4 de agosto de 2020, son alrededor de las cinco de la tarde en Suiza, las seis en Beirut. Emilie Schmid pasea por la montaña. Ella aún no lo sabe, pero una enorme explosión acaba de destrozar el puerto de la capital libanesa. Rápidamente, redes sociales y televisiones del mundo entero publican las impresionantes imágenes de la catástrofe. Decenas de kilómetros cuadrados de ciudad han quedado arrasados. La explosión provoca la muerte de cientos de personas y hiere a varios miles.

“Teníamos que actuar de inmediato”

Emilie es arquitecta y urbanista. Se entera de la catástrofe por el periódico. “Informé inmediatamente de mi disponibilidad para integrar el equipo de intervención de emergencia de Suiza”, recuerda durante la entrevista que le hacemos en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, este 19 de agosto de 2021, cuando además se cumple un año del accidente libanés.

“El sábado por la mañana, con mi pasaporte de emergencias en el bolsillo, ya estaba en el avión con los demás miembros de la ayuda suiza, que rápidamente fuimos enviados al terreno. Pasé cinco semanas en Beirut”.

Emilie y otros treinta y siete expertos del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria participaron en las operaciones de reconstrucción de dos hospitales, diecinueve escuelas y brindaron apoyo a los servicios de atención médica maternoinfantil. Forma parte del grupo de construcción en calidad de experta.

“Allí todo el mundo estaba en estado de shock. Los residentes, los empleados de la embajada de Suiza, que había quedado dañada por la explosión. Había escombros por todas partes. Desde el primer momento tuvimos mucho trabajo que hacer. Teníamos que actuar de inmediato”.

El Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria (CSA) es el brazo operativo de la Ayuda Humanitaria de la COSUDE. Forma parte de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y del Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE), y está integrado por setecientos especialistas de distintas profesiones que están siempre listos para intervenir. La Ayuda Humanitaria de Suiza forma parte de una larga tradición. Es uno de los pilares de su política exterior y un elemento fundamental de las estrategias que orientan su acción.

Una energía y una resiliencia increíbles

“En esta misión, lo que de verdad me ha marcado ha sido la energía colectiva. La población libanesa, el personal de la embajada de Suiza, el personas de los hospitales, los miembros de la ayuda humanitaria...a todos los impulsaba una fuerza increíble durante la reconstrucción. A pesar de la gravedad de los daños, su implicación era absoluta, fluida y diligente”.

Emilie volvió al Líbano entre enero y mayo para continuar y finalizar las obras. “En mayo se entregó al gobierno libanés escuelas funcionales y un hospital totalmente reconstruido. Esa misión fue un gran éxito”, precisa la arquitecta.

“La explosión que destrozó el corazón de Beirut nos dejó a todos impresionados. Es un alivio ver los resultados concretos de la solidaridad suiza”, afirmó el consejero federal y jefe del DFAE, Ignazio Cassis, durante su último viaje al Líbano el pasado mes de abril.

Ahora, Suiza continua su ayuda en el país con proyectos a más largo plazo ejecutados por la Embajada y por la oficina de cooperación local, en torno a los temas de la educación, la migración y la ayuda a los jóvenes.

Emilie Schmid conversa con un grupo de personas durante la inauguración de un servicio pediátrico temporal creado por Suiza en Beirut.
Emilie Schmid (a la izquierda) participa en la inauguración del servicio pediátrico temporal creado por Suiza en las instalaciones del hospital de Karantina, que había quedado seriamente dañado. ©CSA-DFAE

“Tener repercusión sobre la vida de las personas”

Antes de esta misión en el Líbano, hubo una misión en Mozambique, tras el paso del ciclón Idai, y en Lesbos (Grecia), para ayudar a los refugiados. Emilie Schmid es miembro del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria desde 2016. También participa en el Geneva Technical Hub, el centro de competencias de las Naciones Unidas y del DFAE especializado en la ecologización de la acción humanitaria. Todo ello, paralelamente al ejercicio de su profesión oficial de arquitecta autónoma.

“Quiero poder aplicar mis conocimientos de manera que tengan una repercusión sobre la vida de las personas que los necesitan más que yo. Por supuesto, mi oficio es muy útil en Suiza para construir alojamientos y escuelas; pero la ayuda en casos de desastre o en los países que tienen menos recursos es extremadamente útil y gratificante”, puntualiza.

“Cuando veo a la gente sonreír y recuperar una vida un poco más normal después de una ayuda de emergencia, siento que se hace justicia. Nosotros tenemos la suerte de vivir en un país superprivilegiado. Lo normal es que compartamos”.

Día de las Naciones Unidas, homenaje del DFAE

El 19 de agosto es el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria de las Naciones Unidas, jornada en que se destaca la inmensa labor de miles de mujeres y hombres del sector.

Con la publicación de este artículo queremos rendir homenaje a todas las personas que se dedican a brindar asistencia en situaciones excepcionales o en casos de catástrofe, a veces, poniendo la propia vida en peligro.

Para el Departamento Federal de Asuntos Exteriores, ayudar a las personas necesitadas en contextos de crisis o en situaciones de emergencia es una prioridad.

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