Todos los esfuerzos de desarrollo son, en sí mismos, inútiles si no incorporan una lógica de reducción de riesgos de desastre. En otras palabras, la visión de un desarrollo sostenible que proyecta la Agenda 2030, debe materializarse en la práctica a través de proyectos que aumenten la resiliencia de las poblaciones expuestas a un riesgo antes de que estén inmersas en una crisis. De lo contrario, hasta los progresos más importantes pueden deshacerse en un abrir y cerrar de ojos.
Esas implacables reflexiones definen las actividades de Suiza en materia de cooperación internacional. En primer lugar, en el ámbito multilateral, Suiza trabaja sin descanso para sensibilizar al respecto al mayor número de asociados posible (donantes, países en desarrollo, ONG, comunidades locales). El siguiente paso consiste en apoyar el desarrollo de mecanismos de acción concretos a nivel nacional o regional. Con este fin, Suiza participará del 22 al 26 de mayo en la reunión internacional que tendrá lugar en Cancún. Hasta junio de 2017, asumirá además la copresidencia de un grupo de donantes dedicado a la reducción de riesgos de desastre, el “Global Facility for Disaster Reduction and Recovery”.