Suiza es una de las principales plataformas para el comercio de materias primas en el mundo. Este sector económico, que desde 2002 experimenta un crecimiento vertiginoso, generó en 2017 una cifra anual de ingresos de 25 mil millones de francos. Los orígenes de este sector en Suiza se remontan a pioneros como Henri Nestlé en los albores del siglo XIX.
Comercio de materias primas

Suiza es una de las plazas comerciales más grandes del mundo para petróleo, metales, minerales y productos agrarios. Es líder del mercado global en el comercio de azúcares, algodones, granos oleaginosos y cereales. El sector del comercio de materias primas suizo contrata a cerca de 35.000 personas y genera el 3,8 por ciento del producto interior bruto.
En total existen en Suiza alrededor de 550 empresas que comercian con materias primas. La mayoría de ellas opera en las regiones de Ginebra, Zug y Lugano. Los principales actores del sector son firmas como Glencore, Trafigura, Mercuria, Gunvor y Vitol.
De los pioneros en los albores del siglo XIX al desarrollo vertiginoso de principios del siglo XXI
La tradición comercial suiza tiene sus orígenes en la primera mitad del siglo XIX, cuando pioneros como Henri Nestlé, Salomon Volckart y André & Cía. empezaron a comercializar materias primas. Con el tiempo, nuevas empresas como la Société Générale de Surveillance, fundada a principios del siglo XX, o Cargill y Alcoa, que aparecieron a partir de 1950, convirtieron a Ginebra en uno de los centros más importantes del comercio internacional de materias primas. Trabajadores cualificados, una alta calidad de vida, un sistema financiero bien desarrollado y ventajas fiscales para el sector contribuyeron a hacer de Suiza un emplazamiento atractivo para el comercio con materias primas.
Desde comienzos del siglo actual el sector ha experimentado un crecimiento vertiginoso. La cifra de ingresos netos se elevó de 2 mil millones de francos en 2002 a cerca de 25 mil millones en 2017. En ocasiones, el sector es objeto de críticas en relación con temas como la transparencia, el blanqueo de capitales y los derechos humanos, lo cual se explica por el origen de determinadas materias primas en países políticamente inestables. Sin embargo, ello no significa que el comercio de materias primas esté exento del cumplimiento de las normativas. Una amplia gama de disposiciones regula las distintas actividades comerciales del sector. Además, el Gobierno suizo apoya las aspiraciones reformistas del sector en el ámbito global y participa activamente en los esfuerzos internacionales a favor de una producción más sostenible y de un comercio justo con las materias primas.