Las poblaciones afectadas por el tráfico de tránsito se ocupan desde hace siglos de la difícil tarea que supone atravesar los Alpes. Se empezaron a construir túneles porque se querían atravesar las montañas también en la temporada de invierno cuando los puertos estaban cubiertos de una espesa capa de nieve.
El primer túnel alpino, denominado “Unterloch”, fue construido en los años 1707-08 para facilitar el acceso al Gotardo. Tenía una longitud de 64 metros. El primer túnel de carretera que atraviesa los Alpes es el túnel del Gran San Bernardo que se abrió al tráfico en 1964 y que comunica Suiza con Italia.
El túnel ferroviario del Gotardo, que se inauguró en 1908, fue con sus 17 kilómetros durante mucho tiempo el túnel más largo de su género. El túnel de base de Lötschberg, que se inauguró solemnemente en 2007, batió ese récord con sus 34,6 kilómetros. En el marco de las Nuevas Transversales Ferroviarias Alpinas (NTFA) se está actualmente construyendo un nuevo túnel de base en el macizo del Gotardo que alcanzará una extensión de 57 kilómetros y que se terminará en 2016.
Sistema de dosificación
Los túneles suponen un gran desafío para las autoridades políticas. Sus esfuerzos para armonizar eficacia, rentabilidad y seguridad casi siempre son criticados por diferentes grupos de presión. Los túneles de carretera son más peligrosos que las vías de transporte abiertas. Las labores de manutención y seguridad son más costosas y complejas.
En 2006, un automóvil colisionó con un camión en el túnel de Vaimala en los Grisones. En este accidente fallecieron nueve personas. En octubre de 2001, explotó un neumático y provocó un incendio en el túnel del Gotardo. El camión afectado patinó al carril contrario y chocó frontalmente con otro camión que transportaba neumáticos. Éstos se inflamaron enseguida y emitieron gases tóxicos. El inmenso calor generado provocó una explosión parcial de las paredes de cemento. Once personas fallecieron.
El gran volumen del tráfico en el túnel es problemático sobre todo si se transportan mercancías peligrosas. En 1999 se produjo una catástrofe aún más grande en el túnel del Monte Blanco que provocó la muerte de 39 personas. La causa del incendio fue un cigarrillo que prendió fuego a una carga de margarina altamente inflamable.
Después de la tragedia del Gotardo se ha prohibido el tránsito simultáneo de camiones en ambas direcciones. Los camiones deben, además, respetar una distancia mínima de 150 metros. Para la implementación de este sistema de dosificación para el tráfico pesado se han establecido áreas de espera. Los camioneros tienen que ponerse en la cola unos 60 kilómetros antes de la entrada al túnel.
Esta medida ha causado retrasos e indignación porque el tiempo es oro. Los camioneros son pagados por kilómetro recorrido y no por hora. Esto significa que tienen que trabajar más de las 46 horas por semana que prescribe la ley, lo cual no contribuye a aumentar la seguridad.